¿Cómo hago para recuperar el deseo sexual?, “Mi pareja ya no me tiene paciencia”, ¿Qué lubricante puedo usar?… son algunas de las frases que más nos llegan en las redes. Y como en No Pausa siempre lxs escuchamos, en este artículo vamos a tratar uno de esos temas que más preocupa a nosotras y a la comunidad: sexualidad en la menopausia.
Ahora bien, vamos un poquito desde cero, ¿qué es la sexualidad?
A lo largo de la vida la sexualidad, es generadora de autoestima, de la procreación, y del placer, además, se expresa de diferentes maneras. La sexualidad como tal, está manifiesta en toda conducta y excede a los órganos genitales que son solo una parte del proceso. Y, ¿por qué aclaramos esto?… Según los especialistas, hacer la diferencia entre genitalidad y sexualidad es más que importante. Más aún en esta etapa. De hecho, una mujer, puede tener una óptima salud genital al llegar su climaterio-menopausia, pero no necesariamente, gozar plenamente de su sexualidad. O al revez, tener problemas como resequedad o atrofia vaginal pero seguir manteniendo su sexualidad.
ATENCIÓN AHORA: si bien las respuestas sexuales de nuestro cuerpo en esta etapa son variables, (cada cuerpo es un cuerpo y no todxs nosotrxs experimentamos la disminución de la libido), la constante declinación en la producción hormonal que se produce en el climaterio y la menopausia, nos provoca ciertos síntomas físicos y psíquicos que interfieren en el goce pleno de la sexualidad.
¿Cuáles son esos síntomas o cambios que impactan directamente en el deseo sexual de muchas de nosotras?
Uno de los principales síntomas es el cambio en la mucosa de la vaginal (también llamado moco vaginal): entradas en la perimenopausia, la producción de estrógeno – el responsable de mantener las paredes vaginales lubricadas – disminuye, por eso nuestra vagina puede sentirse más seca. Esa disminución de la lubricación vaginal, como respuesta a la estimulación sexual puede producir dolor en la relación sexual (dispareunia).
Por otro lado, ese descenso en la producción de estrógenos también suele generarnos:
- Falta de deseo sexual.
- Una menor lubricación vaginal.
- Dolor durante el acto sexual.
- Una menor intensidad en la excitación y el orgasmo.
Lo que queremos comentarles acá es que muchas de nosotras lo atravesamos de esa forma, ¡no están “falladas” si algo de esto está sucediendo!
También hay cambios que son emocionales o psicológicos (el caso es similar al impacto emocional que generaba la menstruación cada mes). Por ejemplo, aunque no en todos los casos sea de esta forma, la menopausia suele ser vista no solo como lo que es, “el fin de la vida reproductora” sino como un fin en sí mismo: de la sensualidad, de la sexualidad, de la atracción (¡GRAVE ERROR, TODAS LO SABEMOS!).
Lamentablemente, en muchas de nosotras, genera un sentimiento de desvalorización y pérdida de la autoestima, que asociado a los cambios de la imagen corporal, pueden influenciar en el deseo sexual o libido. ¡Nada más lejos de la realidad! pero eso está en el inconsciente colectivo… Y hay que dar batalla!
Dentro de las sintomatologías que van más allá de lo físico y que afectan nuestra vida sexual de forma directa o indirectamente están:
- Irritabilidad.
- Susceptibilidad.
- Dificultad de concentración.
- Ansiedad.
- Cansancio, etc.
Otras cuestiones que seguramente, si no estamos atentas, nos pueden afectar:
- Llegada la menopausia es común que necesitemos más tiempo para llegar a la fase de excitación y que la vagina empiece a lubricar (si esto se dificulta, siempre se puede recurrir a lubricantes externos). Ver nota sequedad y lubricantes.
- La sequedad vaginal suele hacer que la penetración sea dolorosa e incómoda. Sin dudas esto puede hacer que perdamos el interés por el sexo. La solución en este caso podría ser: tomarse más tiempo para la estimulación y utilizar geles lubricantes, buscando siempre la satisfacción plena.
- La pérdida del tono muscular del suelo pélvico, lo que, junto a la sequedad vaginal, hace que las contracciones que se producen durante el orgasmo sean menos intensas y duraderas. En este caso, la gimnasia pélvica ayudará a la mujer a mantener el control de estos músculos y con ello la intensidad de sus orgasmos.
Preguntas que todas nos hacemos….
¿Cuál puede ser el impacto de la menopausia en mi vida sexual?
La menopausia puede o no generar cambios en tu vida sexual. Cada una de nosotras es única. ¿Y eso es maravilloso! Pero los cambios posibles son:
- Los niveles de hormonas más bajos pueden hacer que los tejidos de la vagina estén más finos y secos. Esta afección es llamada atrofia vaginal.
- Los niveles de hormonas más bajos pueden disminuir la libido. Quizás tardes más en excitarte.
Perder el interés en el sexo a medida que envejeces no es una afección médica que necesite tratamiento. Pero si todo esto que te está pasando te preocupa, hablá con tu médicx para conocer formas de que el impacto sea menor en tu vida sxual,, como tratamientos para aliviar la sequedad vaginal.
¿Qué puedo hacer?
Una tiene el poder de decidir y puedes tomar medidas para mejorar la salud sexual durante la perimenopausia luego de la menopausia. La página de womenshealth.gov nos sugiere:
- Mantente activa. La actividad física puede incrementar tus niveles de energía, mejorar tu estado de ánimo y mejorar tu imagen corporal. Todos estos factores pueden ayudarte a aumentar tu interés en el sexo.
- No fumes. Los cigarrillos pueden reducir el flujo sanguíneo hacia la vagina y reducir los efectos del estrógeno. Esto puede hacer difícil alcanzar la excitación.
- Evita las drogas y el alcohol en exceso. Pueden hacer más lenta la respuesta de tu cuerpo.
- Ten relaciones sexuales más a menudo. Si decides tener relaciones sexuales, esto puede incrementar el flujo sanguíneo hacia la vagina y ayudar a mantener los tejidos saludables.
- Tómate el tiempo para excitarse durante la relación sexual. La humedad causada por la excitación protege los tejidos y permite que el sexo sea más cómodo.
- Practica ejercicios para el suelo pélvico. Estos pueden aumentar el flujo sanguíneo hacia la vagina y fortalecer los músculos que participan del orgasmo.
- Evita el uso de productos que irritan tu vagina. Los baños de espuma y los jabones fuertes pueden causar irritación.
- Habla con tu médicx acerca de productos que incrementan tu libido si estás preocupada por estar menos interesada en el sexo. En algunos casos es necesario una terapía de reemplazo hormonal.
¿Cómo puedo tratar la sequedad vaginal?
En el caso de sequedad vaginal leve o molestias durante el sexo:
Podés usar un lubricante vaginal de base acuosa de venta libre. También podés probar un humectante vaginal de venta libre para ayudarte a incrementar la humectación.
En caso de sequedad más grave, tu médico puede recetar un medicamento para introducir en la vagina que incrementa la humectación y la sensación:
- Cremas con estrógeno para la vagina
- Comprimidos o anillos intravaginales de estrógeno
Habla sobre tus síntomas y problemas de salud personal con tu médicx para decidir si una o más opciones de tratamiento son las ideales para ti.
¿Qué otros tratamientos suelen ser comunes?
- Terapia psicosexual: cuando existen antecedentes de traumas sexuales o malas experiencias sexuales previas, temor a la intimidad, mala imagen corporal, baja autoestima, etc. Se puede realizar una terapia individual o en pareja.
- Estrógenos. Es la opción más eficaz, especialmente en la reducción de la atrofia y la resequedad. En el caso de sequedad vaginal hay tratamientos locales en forma de óvulos o cremas que se aplican directamente en la zona genital.
- Otros tratamientos. Aplicación de ácido hialurónico y láser para la atrofia vulvovaginal y sus síntomas asociados, como sequedad vaginal, dolor e irritación.
¿Cómo hablar con mi pareja?
Siempre decimos en No Pausa, hablar ayuda y puede fortalecer tu relación. Podemos hablar sobre lo que nos gusta y lo que no, qué posiciones son más cómodas, el tiempo hasta la excitación, si nos sentimos inseguras, otras formas de disfrutar del sexo sin penetración.
¿Tengo que cuidarme inclusive en la menopausia?
Recuerden que el hecho de no tener la posibilidad de quedar embarazadas – después de los 12 meses sin menstruar- no nos inmuniza ante las infecciones de transmisión sexual (ITS o ETS). De hecho, después de la menopausia, es posible que tengas más chances de contraer una ITS. En esta etapa, la sequedad o irritación vaginal es más común y esto puede causar pequeños cortes o desgarros durante el acto sexual, que incrementa las posibilidades de contraer una ITS
¿Podemos hablar con nuestro ginecólogo de esto?
No solo es que podemos sino que debemos hacerlo. Es quien debe conocer la vida sexual de la paciente y acompañar u orientar por ejemplo derivando a un especialista idóneo acorde al problema que se presente, sea sexsologo o psicólogo. Por otra parte y no menos importante, exijamos a nuestro ginecólogx que la mirada no sea solo genital, eso es una parte muy chiquita de la sexualidad.
Fuentes:
http://www.aapec.org/index.php/comunidad/sexualidad/66-la-sexualidad-y-la-mujer-menopausica
https://espanol.womenshealth.gov/menopause/menopause-and-sexuality
https://www.gynea.com/blog/menopausia/sexo-mas-alla-la-menopausia