Por Tati Español, espcial para No Pausa.

Hola a todxs! Uno de los síntomas que hemos visto más preocupa a nuestra comunidad es la sequedad vaginal y cómo esta influye en nuestra vida sexual. 

A lxs interesadxs en el tema les hacemos una pregunta: ¿sabían que no es solo sequedad? Lo que nos pasa tiene que ver con un conjunto de situaciones que se dan en nuestra vulva y que comienzan progresivamente a interferir con nuestro placer sexual.

Muchas veces ante la aparición de molestias durante los encuentros sexuales – gracias estrógenos 🙂 – pensamos que nuestra actividad sexual está en jaque. Y, nada más lejos de la realidad: existen muchas soluciones si así lo queremos. Pero vamos punto a punto:

¿Qué es exactamente lo que pasa?

Con los años nuestra cara y cuerpo empiezan a cambiar. La piel se reseca, y los rasgos de la cara se empiezan a “desinflar” un poco. Aparecen las arrugas  y esa piel que antes era más esponjosa y turgente, ahora comienza a ponerse más rugosa.

Exactamente lo mismo pasa con nuestra vulva.  Entradas en la perimenopausia, la producción de estrógeno – el responsable de mantener las paredes vaginales lubricadas – disminuye, por eso nuestra vagina puede sentirse más seca que nunca y nuestra vulva empieza a perder su elasticidad: los labios internos y externos se afinan, quedando mucho más chicos de lo que solían ser cuando el estrógeno reinaba en nosotras.

Aclaremos: nuestra vulva tiene la edad de nuestro DNI más allá de cómo nos veamos o sintamos. 

Algo parecido también pasa con nuestra vagina. El canal vaginal, por dentro siempre tuvo pliegues.Durante el encuentro sexual con penetración, estos pliegues se estiran permitiendo la entrada del pene. Con la disminución del estrógeno, nuestro cérvix (que solía generar moco cervical) se empieza a secar. 

Entradas en la menopausia, no habiendo la lubricación necesaria en nuestra vagina, esos pliegues comienzan a borrarse y la vagina se acorta y queda más cerrada(como eran antes de la pubertad!) por lo que la penetración puede doler, o llegar a lastimarnos si no aportamos lubricación externa (o algún otro tipo de tratamiento con estrógeno).

La sequedad vaginal, puede darse también en otros momentos de la vida como el embarazo, la  lactancia, y durante el uso de algunos métodos anticonceptivos hormonales.

Algunas ideas para que todo esto se vuelva más sencillo:

–   Hacer muchísima previa, muchísima … para que una vulva no-menopáusica esté perfectamente preparada para recibir dentro se su vagina un pene, necesita un mínimo de 20-30 minutos de estimulación previa. Así que si hablamos de menopausia tengamos en cuenta que podría ser más tiempo (¡disfrútenlo!).

–   No todo el sexo es penetración: con mucho lubricante también se puede disfrutar del estímulo en el clítoris que puede perfectamente llevarte al clímax.

–   Incorporar sex toys, de poco grosor, o usar bolas chinas durante el día para ir preparando la vagina para la penetración.

–   No dejar de tener sexo, no dejar de masturbarse (ver nuestro post Menopausia y Masturbación). Cuanto más estimulamos la zona, más sencillo va a ser el sexo.

–       ¡Usar mucho lubricante!

Lubricantes: ¿que usamos?

Los Lubricantes son un factor super divertido para llevar a la cama, hay de todos los colores, sabores y efectos que te puedas imaginar. Solo tenés que buscar el que mejor te funcione a vos.

¡ATENCIÓN! :SIEMPRE CHEQUEÁ QUE SEA PARA USO INTERNO Y QUE DIGA QUE ES APTO PARA USO CON PRESERVATIVO.   

La mayor parte de los aceites corporales son para masajes y suelen decir en el envase que no son para uso interno o “solo para uso externo”, si dice eso, ¡no pueden  usarlo dentro de la vagina!. Sin embargo, algunas marcas tienen aceites aptos para uso con preservativo, y aptos para uso interno ¡Si eso dice el envase, usá tranquila!

Si es solo lubricante, que sea de base acuosa, podes probar con sabores (¡existe hasta en sabor chocotorta!) o podés probar efectos, los más comunes son :

–   Efecto calor: es sutil y simpático, en general es el que más gusta, no va a generarte un gran calor, es solo un plus.

–   Efecto Frío: se usa muchísimo , tiene un efecto como mentolado, que suele ser bastante estimulante, y si tenes sexo con un hombre, ayuda (un poquito) a retardar la eyaculacion.

–   Lubricantes anales: ¡ATENCIÓN! son solo para usar durante el sexo anal, por que el ph de la vagina es diferente al del ano, en general tienen propiedades relajantes. No se recomienda usar los que tienen Xilocaina, por que adormecen el ano y eso puede llegar a hacer que te lastimes sin darte cuenta (lo vas a notar cuando pase el efecto).

Los lubricantes son muy divertidos y no deberían seguir siendo un tabú. Son simplemente una herramienta externa (que antes producía tu propio cuerpo) para ayudar a activar la sexualidad.

Un último consejo: ¡nunca jamás tengan sexo aunque te duela para complacer a alguien! Es decir, encontrá la manera de que el sexo sea placentero para vos (puede inclusive que sea muy distinto a lo que siempre te gustó).

Como siempre decimos en No Pausa, la menopausia trae cambios, si, pero esos cambios no nos borra del campo de la sexualidad, simplemente nos lo modifica. ¡Disfrutemos! Somos seres sexuales hasta el último día de nuestras vidas.Ya no tenemos que pensar en el embarazo – eso para las menopáusicas, las peri deben seguir estando atenta a la prevención del embarazo – y conocemos nuestro cuerpo, ¡es momento de gozar!

Fuentes:

  • Manual Introductorio a la Ginecología Natural – Pabla Pérez San Martín.
  • ME & MY MENOPAUSAL VAGINA: Living with Vaginal Atrophy – Jane Lewis