Si de repente sentiste como si te estuvieras prendiendo fuego, tranquila! llegaron los famosos sofocos del climaterio. 

¿Qué son y cómo se manifiestan?

Los sofocos son una sensación de calor intenso en el pecho, cuello y cara, que afecta al 75% de las mujeres en la perimenopausia y menopausia. A menudo vienen acompañados de síntomas como ansiedad, palpitaciones, sudoración abundante, enrojecimiento de la piel y falta de concentración. Esta experiencia puede variar en intensidad y duración de una mujer a otra.

¿Quiénes lo experimentan?

Principalmente, las mujeres mayores de 40 años durante la transición a la menopausia (perimenopausia), aunque también pueden ocurrir en mujeres embarazadas. 

Si experimentas estos síntomas, ¡no estás sola!

Causas

La principal causa de los sofocos es el desequilibrio hormonal debido a la reducción de estrógenos, la hormona sexual femenina. Durante la transición a la menopausia, la producción de estrógenos disminuye, lo que afecta la regulación térmica del cuerpo. Esta disminución provoca una dilatación repentina de los vasos sanguíneos, lo que aumenta la temperatura corporal y causa enrojecimiento en el rostro y cuello.

¿Cuál es su frecuencia y duración?

Los sofocos pueden variar considerablemente. Algunas mujeres los experimentan una o dos veces al día, mientras que otras pueden tenerlos hasta una vez por hora. La duración de cada sofoco también varía, generalmente entre 2 a 4 minutos.

Otras causas que pueden causar sofocos:

Aunque los sofocos son comúnmente asociados con la menopausia, también pueden ser causados por otras condiciones y factores:

  • Problemas cardíacos: Algunas enfermedades del corazón pueden causar sofocos.
  • Hipotiroidismo: Una tiroides poco activa puede provocar síntomas similares.
  • Cáncer: Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden causar sofocos.
  • Estrés: Las situaciones estresantes pueden desencadenar sofocos.
  • Alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede empeorar los sofocos.
  • Comidas calientes y picantes: Estos alimentos pueden desencadenar o intensificar los sofocos.

¿Qué podemos hacer para prevenirlos?

Aquí hay algunas estrategias para prevenir y reducir los sofocos:

  • Consume alimentos ricos en fitoestrógenos: Consumir alimentos ricos en fitoestrógenos, como soja, semillas de lino molidas, frutos secos y coles puede ayudar a corregir el desbalance hormonal.
  • Vitamina C: Los bioflavonoides presentes en la vitamina C pueden reducir la frecuencia de los sofocos. Las fuentes recomendadas incluyen kiwi, brócoli, naranja y frutos rojos.
  • Vitamina E: Con propiedades antioxidantes, la vitamina E puede ayudar a reducir los sofocos. Alimentos como las semillas de girasol y los frutos secos son ideales.
  • Ropa adecuada: Evita las prendas sintéticas y ajustadas. Opta por ropa de algodón que permita la transpiración y mantenga el cuerpo fresco.
  • Mantenerse fresca: Evita duchas calientes y saunas. Bebe mucha agua fría para mantener la temperatura corporal baja. Prueba con bajar la temperatura de tu habitación antes de ir a dormir. 
  • Dejar de fumar: Fumar está relacionado con un aumento en la frecuencia e intensidad de los sofocos y otros síntomas desagradables.

¿Cuáles son las alternativas de Tratamientos?

Existen varias opciones de tratamiento para los sofocos, cada una con sus beneficios y consideraciones:

  • Suplementos de fitoestrógenos: La soja, el trébol rojo y la cimifuga pueden ser útiles, pero es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de consumir estos suplementos.
  • Tintura madre de salvia: la salvia es rica en flavonoides que pueden ayudar a reducir los sofocos.
  • Terapia hormonal: La cual debe ser considerada sólo bajo supervisión médica.
  • Neuromoduladores: Algunos neuromoduladores como la paroxetina pueden ayudar a reducir los sofocos al elevar los niveles de serotonina. Deben ser usados bajo receta médica.

Algunas recomendaciones finales

¿Sabías que el sofoco es el síntoma de la menopausia que más mejora con cambios en tu estilo de vida? 

Llevar una alimentación variada, antiinflamatoria y con densidad nutricional, hacer ejercicios de fuerza y lograr un buen control de tu estrés con actividades como el yoga o la meditación son son algunos de los cambios que puedes realizar para mejorar la intensidad y la frecuencia de tus sofocos.

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