Hola,
¿Cómo andan?
Yo bien. Unos días bastante complicados en el trabajo, pero con los síntomas de la menopausia bajo control. Todo junto hubiese sido complicado.
Hablando de trabajo, hace unos días viví una situación que quiero compartir con ustedes.
Estábamos definiendo qué contenidos íbamos a desarrollar para nuestro sitio sobre menopausia www.nopausa.com y, como todas las semanas, analizamos que nos pide nuestra comunidad y tomamos cartas en el asunto.
Milagros, 25 años, millenial hasta la médula y mi partner en esa aventura, me sale con que el tema más pedido había sido menopausia precoz.
Y me cuenta varias historias de chicas que se enteraron que estaban en la menopausia y que algunas no llegaban a los 35 años.
¿Y entonces? ¿Que pasó con que la menopausia llega cerca de los 50? Se ve que lo que está incorporado a nuestras creencias sobre esta etapa no aplica para todas…
Investigamos y aprendimos que, lo que la mayoría llama “menopausia precoz” es un cuadro de falla ovárica prematura, en la que los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años. Esto afecta a 1 de cada 100 mujeres menores de 40 años y 1 de cada 1000 mujeres menores de 30 años.
¡Exactamente! Aunque parezca poco, existe la posibilidad en un número bastante significativo de mujeres de que se enteren – sin previo aviso – que sus valores hormonales son menopáusicos y que pueden experimentar síntomas que no esperaban – si es que sabían de su existencia – antes de los 50 años.
Ni hablar de enterarse de la noche a la mañana de la dificultad para lograr un embarazo. Una situación compleja, difícil y que no todos los profesionales saben cómo manejar en su totalidad. Porque estamos hablando de cuerpo y alma.
Inevitablemente esto nos lleva a hablar de lo que es hoy la realidad de muchas mujeres: donde el reloj cultural – que nos dice que somos dueñas de nuestros tiempos – entra en contradicción con el reloj biológico – donde nuestros óvulos tienen “fecha de vencimiento”.
Que ironía. Cuando sentimos que podemos decidir sobre la gran mayoría de los aspectos de nuestras vidas nos enteremos de que hay cosas que no podemos controlar.
Cuando podemos decir que no al mandato social de ser madres a una determinada edad, nos encontramos con que nuestro potencial reproductivo va disminuyendo a partir de los 35 años.
Pero el problema acá no es querer ser madres después de esa edad sino la falta de información. El levantarnos una mañana con el baldazo de agua fría: menopausia precoz.
Las mujeres que nos contactaran contaron que la falta de visibilidad del tema las hizo sentir muy solas. Muy pocas sabían que es una situación reversible (de forma natural o con tratamiento) y lo que sí muchas comentaron fue la ausencia de información sobre como había sido la menopausia de sus antepasados recientes (madre y abuela).
¿Por qué esto es importante? Porque los antecedentes familiares son una de las principales causas de la menopausia precoz. Sin embargo, el tabú en hablar del tema hizo que nunca se lo preguntaran.
Y nos preguntamos, ¿hasta cuándo? Otra vez los estereotipos asociados a la menopausia nos complican la relación con esta y nos alejan de la información.
¡Hablemos! ¡Desmitifiquemos! Y más importante, investiguemos si hay algún caso de menopausia precoz en la familia.
La información siempre es poder y nos da herramientas – tanto a nosotras como a las nuevas generaciones – para decidir.