Las expertas de No Pausa nos aclaran todo lo que querés saber acerca de la hinchazón durante el climaterio.

Siempre se habla de los mismos síntomas del climaterio/menopausia: calores, bajada de la libido, cambios de humor y sequedad por donde lo mires (aunque de la que más se habla es de la vaginal). ¿Pero, sabías que hay 34 síntomas? ¡Exacto! Hoy vamos a hablar de uno de ellos que, si bien no hace parte del “Club de los famosos”, afecta a muchas personas.  

Se trata de la hinchazón producida por la retención de líquidos o gases: ¿qué es?, ¿por qué se produce? y ¿qué podemos hacer para controlarla?.

A esta altura no es novedad que el climaterio, mal llamada menopausia, es un período de transición que viene acompañada de cambios psíquicos y emocionales de lo más diversos. Como comentamos arriba, son cerca de 34 los síntomas asociados a la disminución de los estrógenos que culmina con el fin de la menstruación y, por ende, con nuestra capacidad reproductiva. La hinchazón es uno de estos síntomas y es bastante frecuente.  

¿Pero qué es exactamente la hinchazón?

Es esa sensación de plenitud o mejor dicho opresión en el área abdominal que puede provocar malestar o dolor y suele experimentarse durante la transición a la menopausia como resultado de la retención de agua, del aumento de los gases intestinales o por una combinación de ambos (¡y acá es cuando sentimos que explotamos!). Quienes han lidiado con este síntoma tiempo atrás, durante sus períodos menstruales, sabrán de qué estamos hablando ya que es un típico síntoma premenstrual y nos sigue persiguiendo también en el climaterio. Porque si bien también puede ocurrir como resultado de factores como la dieta o el estrés, la causa más probable en el climaterio es la fluctuación en los niveles hormonales, particularmente de nuestro amigo: el estrógeno. 

¿Y por qué se sigue produciendo durante el climaterio?

Por una mayor retención de líquidos, mayor dificultad de digestión de grasas saturadas, gases intestinales y otras causas.

Por ejemplo, resulta que el estrógeno tiene un efecto directo sobre la retención de agua en las células que naturalmente ocurre como parte del ciclo menstrual. Es decir, las personas que menstruamos solemos retener más líquidos en los días previos a la menstruación y eso se debe al incremento de los niveles de estrógeno. Cuando los niveles de estrógeno se vuelven erráticos durante la perimenopausia (el famoso sube y baja hormonal), también lo hace la incidencia de retención de agua, lo que provoca la hinchazón.

Un dato más acá: el estrógeno influye también en la producción de bilis, una sustancia que es producida en el hígado, almacenada en la vesícula biliar y que ayuda en la digestión de las grasas. Cuando las grasas no se digieren bien, ¿adivinen qué pasa? HINCHAZÓN. 

Bueno bueno, ¡ya entendimos que el estrógeno cumple un papel fundamental en la distensión abdominal! Ahora bien, no es el único. Existen otras causas que pueden influir en la digestión… como la retención de gases. Según distintos estudios, entre el 30% y el 60% de quienes transitamos el climaterio, presentamos un aumento de gases intestinales que pueden causar hinchazón pudiendo ser producto de la dieta, el ejercicio, el estrés, el fumar o tragar aire. 

Hay otras causas menos comunes y no necesariamente asociadas al climaterio vinculadas a: cirugías, obesidad, músculos abdominales debilitados por embarazo, etc. 

Ya sabemos el por qué sucede y ahora veamos en detalle ¿qué podemos hacer para tratar la hinchazón según algunas de sus causas?

Afortunadamente, existen muchas opciones de tratamiento que pueden ayudar a disminuir la hinchazón abdominal. Lxs especialistas suelen recomendar comenzar por opciones no invasivas como cambios en el estilo de vida antes de pasar a algún tratamiento específico.

Dicho eso, veamos qué podemos hacer con:

La retención de líquidos 

Cuando nuestro organismo se hincha porque hay un exceso de líquidos atrapado entre las células, podes incorporar: 

  • Tomar tés diuréticos: algunos tés como la cola de caballo, la canela con jengibre o el té verde, pueden ser de ayuda. 
  • Realizar actividad física: practicar ejercicios también es ideal para deshinchar el organismo. Dependiendo el caso, trotar, caminar rápido, correr o andar en bicicleta son recomendables.
  • Chau chau sal para preparar o condimentar los alimentos. Podemos sustituirla por hierbas aromáticas como el orégano o el perejil.
  • Investigar sobre alimentos diuréticos como la sandía, el pepino o el tomate.
  • Evitar alimentos enlatados, embutidos o ahumados.
  • Evitar quedarse mucho tiempo de pie, sentado o con las piernas cruzadas.
  • Consultar por drenajes linfáticos que ayudan a movilizar los líquidos del organismo y favorecen la eliminación de las sustancias de deshecho.
  • ¡Beber mucha agua!  Lo ideal es beber agua alrededor de dos litros por día, pero con algunas páginas también podés hacer el cálculo exacto de cuánto ingerir según tu composición corporal. 
  • En los casos más extremos, habrá que acudir a algún tratamiento farmacológico que ayude a paliar la retención de líquidos.

El exceso de gases intestinales

Si la hinchazón es causada por un exceso de gases intestinales, ciertos cambios en la dieta pueden ayudar a revertirlo: 

  • Eliminar alimentos fritos y grasos: la grasa alimentaria retrasa la eliminación de gases de los intestinos. 
  • Reducir productos lácteos: podes probar productos lácteos libres de lactosa o derivados de la leche con complemento de lactasa para ayudar con la digestión.
  • ¡Ojo! Los alimentos ricos en fibra que pueden provocar gases incluyen los frijoles, las cebollas, el brócoli, el repollito de Bruselas, el repollo, la coliflor, la alcachofa, el espárrago, las peras, las manzanas, el durazno, la ciruela, la harina integral, la avena, el salvado, la papa, etc. Puedes probar qué alimentos te afectan más y también ir alternando la dieta. Descansar de los alimentos ricos en fibra por algunas semanas y, gradualmente, volver a incorporarlos. ¡Hablá siempre con tu especialista para asegurarte de que tengas un consumo saludable de fibra alimentaria!
  • Borrar del mapa los refrigerios azucarados o las bebidas con gas. 
  • Agua, ¡siempre agua! para ayudar a prevenir el estreñimiento, bebe agua con tus comidas, a lo largo del día
  • Bye bye sodio: si no lo hicimos hasta ahora, es una buena oportunidad para sacar el salero de la olla y de la mesa. 

Resumiendo: sabemos entonces que la hinchazón durante el climaterio es causada principalmente por niveles fluctuantes de estrógeno. Siendo así también debemos considerar que se puede tratar el problema directamente en la fuente. Existen varios tratamientos – sean naturales o tradicionales – que pueden abordar este desequilibrio si está afectando nuestra calidad de vida. Es decir, si la hinchazón no puede combatirse con cambios de rutina, de estilo de vida o alimenticios, las terapias son también una alternativa más para hacerlo. 

Fuente original: Marie Claire