Este es uno de los síntomas, que con los sofocos, la irritabilidad y el aumento de peso forman “los invitados de siempre” de la menopausia. La mayoría de nosotras va a transitar por algunos de ellos. O por todos. En mi experiencia, la sequedad vaginal fue lo primero de lo que me hablaron los médicos. Y, en este síntoma en especial, el tabú que ronda la menopausia se hizo notar muy claramente. Nadie quiso ahondar en el tema y solo recibí una única indicación: usar lubricante. Punto. Nadie se tomó su tiempo para hablarme. Nadie comentó sobre los tipos de lubricante, posibles reacciones, indicaciones. Nada. Y fue una de las tantas experiencias que nos hizo crear No Pausa. ¿Cómo fue la experiencia de ustedes?
En este post el foco es el síntoma. Vamos a “ampliar” el universo de los lubricantes en otro texto 🙂
¿Qué es?
La sequedad vaginal se da cuando los tejidos de la vagina ya no están bien lubricados y eso tiene una gran repercusión en nuestra actividad sexual. O no.
Cuando nos excitamos sexualmente, estos vasos sanguíneos reciben un mayor flujo de sangre, estimulando la secreción de líquidos. Sin embargo, los cambios hormonales que se producen durante la transición a la menopausia pueden producir la resequedad de los labios mayores e interrumpir este proceso. Durante esa etapa algunas mujeres se adaptan rápidamente al uso de lubricantes. Otras no.
Desde la perimenopausia en adelante es un problema habitual la lubricación de la vagina. Aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los estudios muestran que entre 40 y 60% de las mujeres desarrollan resequedad en el cuello uterino durante la transición a la menopausia.
Principal causa: el desbalance hormonal (sí, otra vez las hormonas)
Durante la peri y la menopausia, la causa más común es la reducción en los niveles de estrógeno en el cuerpo. Los estrógenos mantienen los tejidos de la vagina lubricados y saludables. La peri y la menopausia no son los únicos momentos donde podemos tener falta de lubricación. Inmediatamente después del parto o mientras estamos amamantando también puede suceder ya que los niveles de estrógeno están más bajos que lo normal.
Otras causas
Además del desequilibrio hormonal, hay otros factores que pueden causar sequedad vulvar y vaginal. Ni todo es siempre culpa de la menopausia ☺ :
- Histerectomía (extirpación útero u ovarios)
- Cigarros y excesivo consumo de alcohol
- Quimioterapia y/o radioterapia
- Algunos medicamentos
- Enfermedades autoinmunes
- Baños vaginales
- Jabones íntimos
- Medicinas
- Depresión
- Stress
¿Se puede evitar la sequedad vaginal?
Evitar, evitar al 100%, no. Pero la sequedad vaginal se puede minimizar con pequeños ajustes:
- Alimentos con fitoestrógenos. Frambuesa, sandía, nueces por ejemplo contienen fitoestrógenos, que imitan ligeramente la acción de los estrógenos. Incluídas en la dieta diaria ayudan a evitar la resequedad durante la peri y la menopausia.
- Beber abundante agua. Al tomar dos litros al día, el cuerpo se hidrata de manera óptima ayudando también en la sequedad vaginal.
- Manzanilla. Los baños de asiento con una infusión de manzanilla actúan como un calmante natural y ayudan a calmar la irritación y sensación de ardor que sentimos algunas de nosotras durante ese período.
- Los ejercicios de kegel y la gimnasia abdominal hipopresiva aumentan el flujo de sangre a la vagina.
- Alarga los juegos preliminares. Prolonga los abrazos, besos y caricias antes de la penetración; esto te ayudará a lubricar todavía más la vagina y prepararla para el coito.
Buenos hábitos
- Mantener una higiene adecuada: permitirá la eliminación de microorganismos responsables de las alteraciones del PH de la vagina. En especial en este momento donde nuestras vaginas están más vulnerables.
- Evitar en lo posible fumar y beber alcohol, ya que este tipo de sustancias resecan tanto la piel, como las mucosas (¡Sí, la vagina es una mucosa!).
- Aloe vera: el gel de aloe vera es un excelente humectante para combatir la sequedad y recuperar el pH natural de la vagina.
- Evitar el uso de jabones, lociones, perfumes o duchas vaginales con fragancia. Cuando una va a la farmacia la gran mayoría de los productos disponibles tiene fragancia y componentes altamente agresivos para una mucosa que está pasando por un cambio importante. A mi lo que más me dió resultado fueron los productos veganos y a base de água.
Mis sugerencias
Lubricantes naturales
Una buena solución a la falta de lubricación pueden ser los remedios caseros. Una buena técnica para combatir la sequedad vaginal y disfrutar de las relaciones sexuales es usar lubricantes a base de agua. Estos disminuyen la fricción y alivian el malestar sexual.
Los aceites de oliva, coco y sésamo también son recomendables para lubricar la vagina. Sugerimos evitar aquellos con base de petróleo, así como los de sabor, que si bien pueden ser divertidos, también pueden causar irritaciones.
Suplementos de fitoestrógenos (productos con base en soja y linaza por ejemplo) pueden ayudar con la deficiencia de estrógeno pues contienen una sustancia llamada isoflavonas que imitan de forma leve el efecto del estrógeno sobre nuestro cuerpo. Como ya comentamos, es importante no consumir en exceso los fitoestrógenos ya que aumentan el nivel de estrógenos.
Terapia hormonal
Este tratamiento implica el riesgo más alto y con frecuencia es el más caro también. Es efectivo cuando se trata de regular las hormonas naturales con hormonas sintéticas para tratar el síntoma de sequedad vaginal entre otros, pero este tratamiento también conlleva el riesgo de efectos secundarios, como sufrir de coágulos sanguíneos, derrames cerebrales y diferentes tipos de cáncer.
Cirugía láser.
Cuando la resequedad es extrema, esta puede ocasionar cambios en la vulva. La cirugía láser estimula la formación de nuevo colágeno en el interior de la vagina, aumentando el espesor de la mucosa, mejorando la lubricación vaginal y la microcirculación genital. Como comentamos antes: ¡solo para casos extremos!
En fin…
Conocer el síntoma es el primer paso para controlarlo. Afortunadamente, cada vez más se comprueba que el alivio de la sequedad vaginal se logra mejor mediante una combinación de ajustes de estilo de vida y el uso de lubricantes naturales.
Bibliografía
- Eckert, LO & Lentz, G. (2012). Infections of the lower and upper genital tracts. Philadelphia 25th ed.
- Grady, D & Barrett-Connor, E. (2016). Menopause. Philadelphia 25th ed.
- Lobo, RA. (2012). Menopause and care of the mature woman. Philadelphia 6th ed.
- Monaco, M. (2017). Aliviar la Menopausia. Consultado el día 24 de Noviembre 2017 de la página web http://menopausia.aprendeconamparo.org/
- National Institutes of Health. (2015). Resequedad Vaginal (página). Consultado el día 24 de Noviembre 2017 de la página web https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000892.htm