Hola, No Páusicxs! Cómo están? Nosotras felices después del vivo que hicimos en nuestro Instagram con Daniela Aza (@shinebrightamc), en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
Daniela es Licenciada en Comunicación Social y referente en discapacidad y diversidad, además de oradora y conferencista. Y, desde 2018, utiliza sus redes como herramienta para visibilizar la discapacidad a partir de sus vivencias y su condición de nacimiento.
“Sexualidad, climaterio y discapacidad” era un tema pendiente para No Pausa y, con el vivo, dimos el puntapié inicial en esta temática que todavía nos deja con mucho por conocer.
Pareciera haber una mirada generalizada de que las personas con discapacidad no mantienen relaciones sexuales. ¿Y por qué se cree esto? Desde la perspectiva de No Pausa, es parte de una mirada paternalista que infantiliza a las personas con discapacidad, dejándolas fuera de “lo que son cosas de grandes”. Y si la sexualidad para las personas con discapacidad es un tema tabú, ¿qué queda para la salud sexual no reproductiva de ellxs? NADA .
En el vivo Daniela dijo que, en general, se suele creer a la mujer con discapacidad desde lo pasivo. “Sabemos que una mujer con discapacidad es doblemente excluida, por condición y por género”, dijo. Aún así, ella en sus redes tiene como frase de cabecera que el diagnóstico no es destino porque hay mucho por hacer.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad menciona en su preámbulo la cuestión de género y reconoce la necesidad y la importancia de “incorporar una perspectiva de género en todas las actividades destinadas a promover el pleno goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales por las personas con discapacidad”. Pero las mujeres con discapacidad siguen siendo doblemente excluidas.
Actualmente hay muchos derechos que no son garantizados, como el derecho a la salud sexual – reproductiva y no reproductiva – (accesibilidad en entornos médicos, violencia simbólica, omisión en debates, imposibilidad de acceso a recursos e información o posibilidad de denuncias) así como también se ejerce violencia física a muchas mujeres con discapacidad. Pero sobre todo violencia verbal.
Es momento de naturalizar la discapacidad, de dejar de verlxs como niñxs y concebir a la sexualidad como parte de su vida. ¿Por qué? Sí, porque también eso es inclusión.
En Argentina, según el censo realizado en el 2018 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), uno de cada diez argentinxs tiene algún tipo de discapacidad y, entre otros datos, se relevó que la discapacidad se presenta más en las mujeres que en los hombres a medida que se incrementa la edad.
“Hay que pensar que la discapacidad es parte de la diversidad, no es algo malo, algo de otro mundo, algo separado o segregado, sino que forma parte de este mundo”.
Los grandes mitos, prejuicios y tabúes en relación a pareja y discapacidad dificultan esa real inclusión. Porque pensamos a la personas con discapacidad como pasivas, sacándoles el derecho a tener pareja o relaciones sexuales momentáneas.
Y estos estereotipos generan conductas discriminatorias concretas que traen consecuencias negativas para sus vidas, sumado a toda situación de invisibilización, de falta de contemplación y de negativa de la atención de las personas con discapacidad, que implican la vulneración de sus derechos.
Por eso, tenemos que reconocer el derecho de todxs a disfrutar de la sexualidad libremente. Así como también el derecho a una educación sexual reproductiva y no reproductiva que sea inclusiva y que esté presente.
En el cierre del vivo, Daniela dijo que el manual son las personas con discapacidad que salen a contar sus necesidades, los apoyos que necesitan y las barreras que tienen. Ella sostiene que la clave de todo esto siempre es preguntar.
Y entonces, No Páusicxs, si se quedaron con ganas de conocer mucho más sobre la temática sexualidad y discapacidad, pueden encontrar el vivo completo con Dani Aza acá.