Cuando te sentís un híbrido entre una lija y una serpiente en pleno cambio de piel. Pero vamos por partes, ¿por qué pasa?
Durante la peri y la menopausia los niveles de estrógeno disminuyen y la producción de colágeno también es más lenta. El colágeno es el gran responsable de mantener la piel tonificada, fresca y resistente. Cuando el colágeno disminuye se nota en la piel que esta se vuelve más delgada, seca y menos juvenil.
En algunos casos la sequedad de la piel puede producir prurito o picazón. La picazón en la piel aparece entre los primeros síntomas de la perimenopausia porque la pérdida de colágeno es más rápida en esta etapa.
¿Cómo prevenir?
La mejor forma de proteger y mantenerse bien durante más tiempo es ser consciente de cómo afecta el déficit hormonal a nuestra piel.
A la mayoría nos preocupa cómo va a afectar el paso del tiempo a nuestra piel, ¿o no?. Los signos del envejecimiento, fruto de los cambios hormonales, son especialmente visibles. Y durante la peri y la menopausia se hacen más evidentes. Y RÁPIDOS.
Sobre todo en la piel de nuestro rostro, que es la imagen que proyectamos hacia los demás y que muchas veces es la que mejor nos define físicamente, como percepción de nosotras mismas.
Desde que empiezan los primeros síntomas de la perimenopausia, la reducción de estrógenos y colágeno tiene un impacto directo en la piel.
Estas hormonas son las responsables de la elasticidad y la humedad de la piel, y cuando empiezan a escasear comienzan los efectos negativos. Aunque la genética juega un papel importante para mantenerse más joven durante más tiempo, las consecuencias son inevitables. ¿Qué le ocurre a nuestra piel en esa etapa?
Estos son algunos de los efectos que la menopausia produce en la piel. Todo el listado lo experimenté y tuve que aprender a combatir. En otros posts comapartimos con ustedes nuestros aciertos y errores.
- Piel deshidratada: mi piel perdió mucha elasticidad y se sintió mucho más seca y con aspecto rugoso. En el caso de los pies…un espanto.
- Mayor fragilidad: la piel adelgaza y, al perder elasticidad, se vuelve más delicada. ¿Cómo me di cuenta? Me rasqué una picadura de mosquito con mas fuerza y me lastimé. La perimenopausia realmente dejó mi piel mucho más frágil. Yo se que los años no ayudan pero desde que entré en esa etapa lo que veo es que los cambios se están dando muy rápidamente.
- Arrugas más profundas y numerosas: las fibras de elastina y colágeno se degradan, generando mayor flacidez y la aparición de arrugas. Estoy mucho más flácida pero no me aparecieron muchas mas arrugas. ¿Y a vos? ¿Cómo te afectó?
- Tono desigual: el tono deja de ser uniforme al aumentar la transparencia de la piel.
- Más dificultad para cicatrizar.
- Manchas oscuras pigmentadas que se acentúan en las zonas expuestas al sol.
Sugerencias
- Hidratar por fuera: es fundamental utilizar cremas que nos ayuden a restablecer la humedad perdida. Es importante incluir su uso tanto en la cara como en el cuerpo. Una opción interesante son los aceites y serums por su mayor concentración de principios activos. A mi el aceite de coco y la tradicional Nivea de la latita azul me dieron muy buen resultado especialmente en los pies. Sobre la piel del rostro, tenemos mucho contenido en otros posts para ustedes!
- Beber dos litros de agua al día: hidratar la piel desde adentro. Me cuesta pero desde que lo hago veo que algo mejoró.
- Usar protector solar: el sol nos ayuda a sintetizar la vitamina D y fijar el calcio en nuestros huesos. ¡Super importante en esta etapa! Se recomienda unos 15 minutos de luz solar al día, evitando las horas de mayor exposición a los rayos ultravioletas (de 12 de la mañana a 4 de la tarde). ¡Pero ojo! Siempre con la protección adecuada a tu tipo de piel. ATENCIÓN: aunque esté nublado, las radiaciones solares igual dañan nuestra piel. Yo siempre usé y sigo fiel a este hábito.
- Olvidarse del cigarrillo: el tabaco contribuye a acelerar el envejecimiento de la piel. Pero eso pasa con o sin menopausia de por medio.
- Hacer ejercicio: La actividad física mantiene el cuerpo oxigenado, mejora nuestra circulación sanguínea y limpia los poros. Además, ayuda a contrarrestar los efectos de la osteoporosis. Ojo que en esta etapa moverse es una cuestión más de salud que de estética!
- Comer alimentos ricos en vitaminas (tenemos varios posts dedicados a este tema!):
- A (antioxidante): Lácteos, Vegetales: zanahoria, brócoli, batata, col y espinacas. Fruta: melón, albaricoque/damasco y mango. Alimentos de origen animal: ternera, pollo, pavo y pescado.
- C (sintetiza el colágeno): guayaba, kiwi, la col rizada (o repollo), el brócoli, el repollito de Bruselas y la fresa (o frutilla).
- E (combate los radicales libres): Aceites vegetales (como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya). Nueces (como las almendras, el maní y las avellanas). Semillas (como las semillas de girasol). Hortalizas de hoja verde (como las espinacas y el brócoli).
- Sacar el maquillaje: durante las horas de sueño, la piel aprovecha para regenerarse y oxigenarse. Por eso es importante cumplir los tres pasos: limpieza, tonificación y nutrición. Mirá nuestros videos y tutoriales.
- Prestar más atención a los productos: un primer puntapié es asegurarse que los jabones que usas tenga un ph neutro para evitar alergias y sequedad. Eso vale para todo el cuerpo pero en especial para nuestra vagina que está especialmente sensible por la sequedad propia de esta etapa.
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