En el Día Internacional de la Menopausia derribamos mitos acerca de esta etapa.

n el Día Internacional de la Menopausia, Miriam De Paoli y Milagros Kirpach de NO PAUSA escriben esta y desmitifican todo acerca de este proceso. 

Están preparadxs para un baldazo de realidad? Estamos en el 2020, el 20 por ciento del siglo XXI ya pasó, y cuando buscamos la palabra menopausia en Internet nos sigue apareciendo el estereotipo de principios del siglo pasado: arrugas, pelo blanco, mujeres probablemente plus 60 (técnicamente postmenopáusicas).

Y que responden a una época en la cual la expectativa de vida era muy distinta, no habíamos logrado la mayoría de nuestras conquistas como género (falta mucho sin dudas, pero sería ingenuo creer que no avanzamos) y sin embargo, en relación a la menopausia, todo sigue bastante igual.

Empecemos por la palabra. No seríamos las primeras en creer en su poder para construir, destruir, visibilizar o invisibilizar. Porque cuando hablamos de menopausia, estamos reduciendo a un solo día de nuestras vidas toda una etapa llamada Climaterio.

La primera, es la fecha de nuestra última (solo vamos a saberlo 12 meses después de que nos pasó). La segunda, es un proceso. El Climaterio dura alrededor de 10 años y engloba premenopausia, perimenopausia, menopausia y los primeros años de la post menopausia.

¿Sorprendidxs? Nosotras también por el desconocimiento. Y ¡ojo! no queremos hablar como las “expertas”, tampoco lo sabíamos antes de empezar No Pausa (nuestra red multi plataforma para hablar del Climaterio).

En el siglo XXI y con una tendencia creciente a que la perimenopausia aparezca antes de tiempo, nos preocupa la fuerza de los estereotipos vinculados a esta etapa.

“Una menopáusica 2020” se parece a nada y a todo: existen tantas menopausias como cuerpos que cesan su menstruación. Esto quiere decir que es una etapa que puede alcanzarnos en distintos momentos y situaciones de la vida: con hijes chicos, sin elles, en pareja, sin pareja, emprendiendo, en puestos jerárquicos, habiendo dejado de trabajar, a los 40 a los 45 a los 50 o inclusive, habiendo decidido realizar una terapia de reemplazo para modificar el género. Los escenarios son múltiples y sería imposible abarcarlos.

Es solo mirando todas esas posibles realidades que nos damos cuenta de que cada persona va a atravesarlo desde lugares muy diferentes.

Sin ánimos de generalizar, lo podríamos graficar en dos: para algunas, no será más que la pérdida de su menstruación- en algunos casos hasta un alivio- inclusive un momento de autorrealización y madurez intelectual y emocional (de hecho, varios estudios muestran que entre los 45 y 55 años alcanzamos el punto culminante de nuestra madurez intelectual).

Para otras puede llegar en un momento en el que prevalece la inseguridad, el miedo, las frustraciones. En este caso el climaterio aparece más como un proceso amenazador.

Pero independientemente del “bando” en el que nos encuentre hay dos cosas que tendremos en común. Primero, es probable que lleguemos a ese momento sin contar con la información necesaria para atravesar esta etapa con tranquilidad, conociendo los cambios (es un momento de cambios en el cuerpo como lo fue cuando comenzamos a menstruar), las alternativas y sin dejar de ser quienes somos. Segundo, la “mal llamada menopausia” va a estar potenciada por el tabú que la acompaña.

Y volvemos a los estereotipos negativos que transforman a un proceso en una amenaza. “Soy menos atractiva”, “estoy seca”, “odio esta etapa, yo no era así”, “fue lo peor que me pasó”; son algunas frases frecuentes en la comunidad No Pausa. Y peor aún, la amenaza es profundizada por la mirada del otro: “está irritable, seguro está menopáusica”.

Son formas sarcásticas, peyorativas y despectivas de hablar sobre una etapa. Son formas de seguir callando e invisibilizando. Son trabas a la búsqueda de información: la única herramienta que nos ayuda a aceptar y a adaptarnos a los cambios.

Todo lo relacionado con el ciclo menstrual femenino ha estado – y sigue estando – lleno de silencios, tabúes, mitos y prejuicios.

Como la primera menstruación en la adolescencia, el climaterio (o “mal llamada” menopausia) sigue siendo la etapa de la vida más invisibilizada.

No se habla de ella, aunque todas las personas que alguna vez menstruaron – tarde o temprano -la van a atravesar. A nosotras nos sigue sorprendiendo. Vamos a ser mil millones en 2030 según la OMS y todavía no nos incluyen en las políticas de salud publica

Y volvamos a encarar la “mochila” que es todavía más “pesada”: el significado cultural de esta etapa. Como comentamos arriba, nuestras percepciones sobre la menopausia están ligadas a acepciones culturales más amplias vinculadas a la feminidad y el envejecimiento.

Quienes están atravesando este período debemos enfrentarnos a estereotipos de género negativos y todavía somos vistas como “quien ha perdido algo”.

Seguimos cargando con fuertes connotaciones despreciativas que van unidas a ideas de déficit, deterioro y vejez. Desde una perspectiva cultural, con la llegada de la menopausia la persona “deja de ser atractiva, ya no es competitiva ni tiene deseo sexual”.

En este último sentido, está muy relacionado con el concepto de «edadismo» o prejuicio cultural hacia las personas 45+ de cualquier sexo, incluyendo conductas de rechazo y sentimientos de desagrado.

Nosotras sabemos que todo eso “huele” a pasado y no podemos dejar que 1/3 de nuestra vida productiva –perdemos solo la reproducción- siga sin estar en la “agenda”. En 2020, aprovechamos el 18 de octubre – Día Internacional de la Menopausia – y te invitamos a #HablemosdeMenopausia.

Contamos con ustedes.

Fuente: Marie Claire

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