El tema de hoy nos habla de un síntoma que, con mayor o menor impacto, lo sentimos desde la pubertad: los cambios en las mamas gracias a las hormonas.
Durante toda nuestra vida “hormonalmente activa” vemos la manera que el tiempo y las hormonas influyen en nuestras mamas. Y si… ésta es una de las partes de nuestro cuerpo que más siente la llegada del Climaterio, ya sea porque nos duele o por los cambios en su estructura y tamaño.
¿Por qué pasa esto? Bueno, durante la perimenopausia, cuando las fluctuaciones hormonales son más dramáticas, es común que los senos se hagan más grandes o más pequeños, o incluso que cambien de forma durante este período.
Y no nos engañemos: el tema estético juega un rol muy importante en estos cambios dado que no solo la estructura de la glándula mamaria va variando, sino que, con el paso del tiempo los pechos pierden la tersura y la tonicidad que los caracterizaba.
La caída de los estrógenos durante el climaterio hace que las mamas pierdan colágeno, elastina, tejido adiposo (grasa) y tejido mamario (alvéolos y conductos). Por eso muchas se quejan de que sus senos se “encojen”, están menos “llenos” y reducen su tamaño. Además, la piel se hace más fina y nos encontramos con una disminución de su firmeza, tonicidad y tamaño.
Y acá viene lo interesante y es que en algunas mujeres ocurre lo contrario: se produce un aumento de tamaño. ¿Y por qué esto sucede?
A partir de los 45 años en adelante, los niveles de estrógeno comienzan a fluctuar drásticamente. Así, para muchas, menos estrógeno significa pechos más pequeños ya que las glándulas que producen la leche encogen (porque nos preparamos para nuestra etapa no reproductiva). Pero para otras, los niveles de estrógeno son contrarrestados por la progesterona que baja 120 veces más rápido que el estrógeno.
Resultado: “la dominación del estrógeno”, así llamado por lxs médicxs, que puede mantener los pechos grandes (y hasta aumentarlos) aún cuando bajan los niveles generales de estrógeno.
El aumento de los pechos también puede estar relacionado con:
● Tendencia a ganar peso en todas las partes del cuerpo, incluido el pecho
● Retención de líquidos
Sí, a nosotras nos encantaría decir que todo esto es solo hormonal, pero… uno de los estudios más detallados sobre el tema – publicado en Holanda – encontró que aproximadamente 1 de cada 5 mujeres experimentaron un aumento en el tamaño del seno después de la menopausia.
Lo interesante es que se demostró que el factor más importante asociado con este aumento en el tamaño de las mamas era el aumento de peso, y no tanto el cambio hormonal. Pero sí están relacionados.
Fuente original: Marie Claire – Perfil