Del calor al frío, del frío al calor. El “termostato corporal” no da tregua durante el climaterio. Porque, como ya sabemos, los sofocos son uno de los síntomas más frecuentes durante esta etapa, están dentro de lo que en No Pausa llamamos “Los 8 caballeros de la menopausia” y vienen acompañados de palpitaciones y sudores nocturnos. Pero… ¿sabías que al pasar pueden dejar una sensación de frío y temblor?
Bueno, rapidito repasemos: los sofocos son esa sensación de calor súbito en la parte superior del cuerpo o en todo el cuerpo. Generalmente el rostro y el cuello se enrojecen y también suelen aparecer manchas rojas en el pecho, espalda y brazos. Son causados por el descenso de los niveles de las hormonas sexuales femeninas, estrógenos y progesterona, que se produce en la etapa de transición hacia la menopausia (período que comúnmente llamamos climaterio).
Según distintos estudios, los calores suelen afectar al 75% de quienes están transitando el climaterio. Y como seguramente si están acá ya sabrán, causan en primer lugar un calor intenso, pero, al desaparecer, y acá viene lo desconocido… dejan una gran sensación de frío que incluso puede derivar inclusive en temblores. Es decir, si tenés calores de forma frecuente, es probable que a menudo también experimentes estas sensaciones de frío.
¿Por qué se producen?
Las hormonas fluctuantes durante la perimenopausia (la etapa previa al cese completo de la menstruación) causa, en más del 50% de las personas, una disfunción en el hipotálamo que es la parte del cerebro que regula la temperatura corporal. Esto puede hacer que tu cuerpo se recaliente temporalmente (sofoco) o se enfríe (parche de frío o cold flashes). Comúnmente suelen sentirse escalofríos a medida que el sofoco se va desvaneciendo. Sin embargo, también puede suceder que sintamos solo la sensación repentina de frío. En ambos casos se debe a la incapacidad del cuerpo de regular la temperatura corporal.
Otra causa común de los cold flashes, no vinculada a las hormonas, también son los trastornos de la ansiedad o del ánimo. Por ejemplo, pareciera que los ataques de pánico a menudo ocurren de manera impredecible y sin razón aparente. Durante un ataque de pánico, el cuerpo libera adrenalina y otras sustancias químicas que desencadenan la reacción de “lucha o huida”, que es la respuesta fisiológica ante la percepción de daño. En respuesta a lo que considera un peligro inminente, nuestro cuerpo se acelera, afectando varios sistemas, incluido el control de la temperatura interna. En esos casos podemos experimentar una fuerte sensación de frío.
¿Qué podemos hacer para evitar los parches de frío vinculados al climaterio?
Verdaderamente no pareciera haber mucho que pueda hacerse para detener un “destello frío” una vez que aparece. De hecho no hay investigaciones y/o estudios que nos den información profunda sobre el tema pero, según algunxs especialistas y sitios médicxs, se debería esperar a que pase para que la temperatura corporal se vuelva a regular. Ahora bien, como ya hemos hablado, sí existen varias cosas que podíamos hacer para reducir los síntomas del climaterio, entre ellos los sofocos que parecieran ser lo que precede a la sensación de frío.
- Moverse durante un sofoco puede ayudar a elevar la temperatura del cuerpo y hacer que se sienta menos frío una vez que el calor desciende.
- Cambiar la ropa húmeda para prevenir una posterior sensación de frío.
- Hacer ejercicio físico moderado de manera regular: mejora la circulación y ayuda al cuerpo a regular la temperatura. El movimiento también reduce el estrés y la ansiedad. Esto es importante ya que en esta etapa solemos ser propensxs a la ansiedad.
- Los masajes ayudan a entrar en calor, sobre todo si notas las manos y los pies fríos.
- La terapia hormonal sustitutiva, tratamiento farmacológico para los cambios hormonales del climaterio, puede aliviar los sofocos y sudores y hacer que sientas menos frío después.
- Existen otros remedios naturales para los sofocos, como no fumar ni beber alcohol, darse un baño de agua tibia de 15 minutos antes de irse a la cama, recurrir a la relajación y la respiración profunda, etc.
- Existen opciones naturales como plantas que ayudan a controlar los sofocos . Encontramos aquellas que contienen flavonoides que actúan como fitoestrógenos, como el lúpulo, la salvia, Dong Quai, el trébol rojo o la maca.
- La alimentación es fundamental para evitar y controlar los sofocos. En términos generales, se recomienda seguir una dieta sana y equilibrada y añadir a tus platos algunos alimentos que contienen nutrientes que realizan en el organismo una función parecida a la de las hormonas femeninas, como la soja, las semillas de lino, el tempeh, los guisantes, la alfalfa, las nueces, los plátanos, el regaliz seco, etc.
- Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse: ambos pueden alterar los sistemas termorreguladores normales del cuerpo (aquellos que ayudan a regular su temperatura central).
- Limite el azúcar, los alimentos picantes y la nicotina: estos también pueden hacer que la regulación de la temperatura corporal sea irregular.
¿Cuándo recurrir al profesional de la salud?
Como siempre decimos en No Pausa, cualquier síntoma que esté afectando tu calidad de vida (interrumpiendo el sueño, evitando que disfrutes de ciertas actividades sociales, etc.) merece que te comuniques con un/a especialista de confianza. Va a ser el profesional de la salud quien ayude a determinar la causa subyacente. Por ejemplo, pueden solicitar un análisis de sangre para determinar los niveles de hormonas y otras sustancias químicas.
IMPORTANTE: ¡preparate antes de la consulta! Tenés que estár listx para responder qué sucede antes, durante y después del sofoco: qué comió, hizo ejercicio, le dieron mareos o náuseas, qué tan regulares son, etc.
¿Querés saber más sobre sofocos y consejos de cómo tratarlos? Te invitamos a leer otras notas vinculadas:
Una siempre está caliente, sofocos y verano
¿Qué posibles tratamientos existen para aliviar los sofocos?
3 Opciones naturales para disminuir los sofocos
Fuentes: