Esta es una pregunta frecuente, porque los problemas de memoria auto percibidos son comunes durante la mediana edad.
Tanto las mujeres como los hombres pierden algo de su función cognitiva con la edad. Sin embargo, las consultas médicas por pérdida de memoria e irritabilidad son mayores en mujeres que en hombres. Por ello se asume que es probable que los factores hormonales contribuyan al deterioro cognitivo. En este sentido, se observa una tendencia hacia el empeoramiento del rendimiento cognitivo en mujeres durante la transición hacia la menopausia. Algunos de los síntomas más comunes son los déficits de atención, velocidad de procesamiento y memoria, que posteriormente se manifiestan como falta de concentración, lentitud para pensar y olvidos. Según los estudios, algunas mujeres perimenopáusicas pueden percibir una disminución sutil en la memoria verbal y capacidades de aprendizaje en comparación con su capacidad durante un período premenopáusico además de los trastornos del sueño, el estado de ánimo alterado y los sofocos. Es decir que la salud de los ovarios y del cerebro están indisolublemente unidas en las mujeres.
A medida que descienden los niveles de estrógeno, se producen cambios en la morfología, el número y las interacciones entre las células nerviosas, su metabolismo de la glucosa y la expresión génica. El estrógeno es clave para la utilización de la glucosa en el cerebro.
A no desesperar que los estudios indican que esta disminución del rendimiento cognitivo durante la perimenopausia parece normalizarse en la posmenopausia. Durante la transición a la menopausia, el metabolismo de la glucosa en el cerebro disminuye pero luego se estabiliza en un nuevo nivel. Además se observan otros cambios que sugieren que el cerebro se adapta a la disminución de estrógeno después de la menopausia.
En un estudio en mujeres, donde realizaron scans de cerebro mientras ellas tenían que realizar una actividad verbal y se tomaron muestras de sangre para determinar el estadio del climaterio, se vio que las concentraciones más bajas de 17β-estradiol se relacionaron con alteraciones más pronunciadas en la conectividad del hipocampo y un peor desempeño en una tarea posterior de recuperación de la memoria, lo que implica fuertemente a los esteroides sexuales en la regulación de este circuito. Los resultados revelaron un impacto pronunciado de la etapa reproductiva en las respuestas del hipocampo, a pesar de la mínima diferencia en la edad cronológica. Estos hallazgos en estudios realizados en mujeres sugieren que la disminución de la producción de estradiol en los ovarios durante la menopausia juega un papel importante en la configuración de los circuitos de la memoria.
¿Puede la terapia de reemplazo hormonal ayudar a disminuir estos síntomas cognitivos?
Algunos estudios parecen indicar que sí, aunque los efectos parecen depender del momento en el cual se inicia el tratamiento con respecto a la edad de la mujer y al momento en el cual se encuentra en su transición a la menopausia. La hipótesis de la ventana crítica plantea que la terapia de reemplazo hormonal puede ser beneficiosa si se inicia temprano, aunque los estudios no son concluyentes. De momento la terapia de reemplazo hormonal no está indicada para mejorar la función cognitiva pero puede ser ventajosa para mujeres que ya usan este tipo de terapia para sus síntomas vasomotores como sofocos, palpitaciones, problemas para dormir, etc.
También algunos suplementos y plantas se han promocionado como para mejorar la función del cerebro. Entre ellos, el ginseng, gingko biloba, aceite de pescado y omega3, vitaminas B, cafeína, algunos minerales, etc. Si bien algunos estudios apuntan a posibles efectos de estos suplementos no hay evidencia suficiente y los resultados no son concluyentes. No hay una receta mágica ni una sola cosa que podamos hacer para ayudar a nuestro cerebro a mantenerse sano y joven. Por lo pronto, una dieta rica en vegetales, cereales integrales, y pescado seguramente sirva para apoyar la salud del cerebro a medida que envejece para asegurar suficientes cantidad de todos los micronutrientes necesarios. Además, se recomienda mantenerse físicamente activo, dormir lo suficiente, mantener vínculos sociales y desafiar nuestra mente constantemente aprendiendo cosas nuevas.
Fuentes:
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