¡Hola No Páusicxs!
Estábamos un poco desaparecidas de este medio, lo sabemos. Nada particular, solo un poco desorientadas con todo lo que estamos viviendo. Costó focalizar pero acá estamos y no se nos ocurrió mejor idea que hablar de esta CUARENTENA.
Pero, ¡ojo! Y acá está el punto. La nuestra no es una cuarentena cualquiera… es nuestra cuarentena, LA CUARENTENA NO PÁUSICA (ustedes nos entienden más que nadie).
Foco NO PAUSA por favor, menos perorata y al grano, ¿de qué quieren hablar?
Bueno sí, queremos compartir con ustedes esta situación que nos tocó vivir a todxs y que no tuvimos tiempo para procesar ni preparar (¡no, no estamos hablando de la menopausia!) Resulta que un un día, con nuestros estrógenos como locos (subiendo, bajando, corriendo, saltando) quedamos encerradxs. Así es, algunas menopáusicxs un poco más experimentadas – como Miriam- otras recién cayendo en la cuenta de su nueva “condición de No Páusica” (a ellxs les tenemos mucha compasión: premenopausia y encierro debe ser un combo explosivo). En fin, la mayoría no pudo salir más a trabajar, pasear, verse con seres queridos, hacer ejercicio al aire libre, tc, etc. etc. etc (hacemos un paréntesis para aplaudir a aquellxs que siguen cumpliendo con sus tareas fuera de los hogares).
Retomando… Un día, nos tuvimos que quedar en casa, sin certezas de cuándo vamos a poder salir (o mejor dicho movernos libremente).
Pero no, no venimos a charlar de la cuarentena por qué sí, ya sabemos que es tema de conversación un poco pesado para todxs (a veces cansa un poquito). Venimos a hablarles porque hay muchas imágenes/memes/frases dando vueltas que hacen referencia a que estamos comiendo más y moviéndonos menos, pero en el fondo, después de la risa, pueden inclusive hacernos sentir muy mal.
“Voy a salir rodando esta cuarentena”, “hay que hacer dieta para no engordar”, “todo lo que bajé lo estoy subiendo ahora” , son solo algunas.
¿Por qué les traemos esto? Porque nos pareció importante recordarles que estamos viviendo una situación que nunca antes vivimos. Y como todo lo nuevo, ANGUSTIA, CONFUNDE, DA MIEDO. Si antes estábamos, sensibles… bueno ahora puede que el doble o cuádruple y les decimos algo, ¡es normal! La realidad es que no es momento para culparnos, ni a nosotrxs ni a nuestro cuerpo por estar actuando de forma distinta: nuestra rutina cambió, el gasto energético también, el cuerpo probablemente lo sienta un poco.
Imaginen con nosotras esta situación: ansiedad, nervios, incertidumbre, angustia, sofocos, resequedad, hormonas…. todos encerrados en un mismo envase. No se qué piensan ustedes pero desde nuestro punto de vista, no juegan muy a favor que digamos… Y de todas formas, lo importante es que cada unx está haciendo su mejor esfuerzo para lidiar con esta situación. Y muchas veces, hacemos lo que podemos no lo que queremos. Un poco de compasión para con ustedes No Páusicxs porfi, eso no debe ser un peso ni motivo de reproches.
Ahora bien, ¡palmaditas en la espalda tampoco che! Un poquito de compasión pero no pasarnos para el otro lado. Siempre hablamos de que la constancia es nuestra mejor aliada durante esta etapa, y en este momento de nuestras vidas no es una excepción…Sin dudas es más difícil incorporarla en un momento así (lo decimos por experiencia), pero eso no significa que nuestro bienestar pueda quedar de lado por completo. A pesar de que nos cueste, tenemos que seguir intentando mantenernos en movimiento y mantener una dieta “sana” (aunque un gustito de vez en cuando no le hace mal a nadie 😉 ). Lo importante, como siempre decimos, es que lo hagamos por nuestra salud y no por cómo nos vemos.
Dicho todo esto… #QuedateEnCasa
Lxs queremos y acompañamos ¡hoy más que nunca!
Bss.